Estrés Laboral:

Según definición de la Comisión Europea, el estrés relacionado con el trabajo puede definirse como un proceso caracterizado por un conjunto de reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y del comportamiento, ante la percepción de determinados aspectos nocivos o adversos del contenido, la organización o el entorno de trabajo. Es un estado que se caracteriza por altos niveles de excitación y de angustia, con la frecuente sensación de no poder hacer frente a la situación.

El organismo siempre se encuentra en un estado de estrés mínimo que, ante determinadas situaciones, se incrementa pudiendo producir un efecto beneficioso o negativo, dependiendo de si la reacción del organismo es suficiente para cubrir una determinada demanda o ésta «supera» a la persona. Este nivel de equilibrio dependerá de los factores individuales (disposición biológica y psicológica) de las distintas situaciones y experiencias.

Hoy en día, cobra importancia el término  “tecnoestrés”, referido al estrés específico derivado de la introducción y uso de nuevas tecnología en el trabajo que genera la necesidad de abordar los riesgos de las innovaciones tecnológicas en las empresas para poder prevenir su impacto a nivel tanto individual, como organizacional. Hace referencia a los problemas de adaptación a las nuevas herramientas y sistemas tecnológicos y que causa problemas musculares, dolores de cabeza, fatiga mental y física, ansiedad, temor y aburrimiento.

Dentro del ámbito del estrés laboral, se considera otro tipo de estrés el burnout, también conocido como “síndrome de estar quemado en el trabajo», que es una manifestación del estrés laboral crónico caracterizada por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio rol profesional, así como por la vivencia de encontrarse emocionalmente agotado

Se diferencia del estrés como riesgo psicosocial por sus efectos en el agotamiento emocional, más que en el físico, y su consiguiente pérdida de motivación personal.

Las causas del estrés son:

Características del trabajo:

  • Tareas monótonas, aburridas, triviales y/o desagradables.
  • Exceso o escasez de trabajo
  • Trabajos con plazos muy estrictos
  • Horarios de trabajo estrictos e inflexibles, imprevisibles.
  • Jornadas de trabajo muy largas o fuera del horario normal.
  • Sistemas de turnos mal concebidos.
  • Falta de participación en la toma de decisiones.
  • Falta de control sobre los métodos de trabajo, ritmo de trabajo, horario laboral, etc.

Contexto laboral:

  • Inseguridad laboral
  • Falta de perspectivas de promoción laboral
  • Actividad poco valorada socialmente.
  • Remuneración baja
  • Exceso o carencia de capacidades para el puesto.
  • Puesto mal definido.
  • Atender constantemente a otras personas y ocuparse de sus problemas.
  • Malas relaciones con los compañeros.
  • Trabajo aislado o en solitario.
  • Mala comunicación.
  • Liderazgo inadecuado.
  • Exigencias contrapuestas entre la vida laboral y la vida familiar.

Las consecuencias del estrés son:

Para el trabajador:

  • Angustia, irritación, cansancio, intranquilidad.
  • Falta de concentración.
  • Dificultades para pensar y tomar decisiones.
  • Falta de compromiso hacia el trabajo.
  • Dificultades para dormir.
  • Problemas de salud física y/o mental (enfermedades)
  • Trastornos de depresión y ansiedad
  • Problemas familiares
  • Riesgos de alcoholismo y otras adicciones

Para la entidad:

  • Reducción del rendimiento y de la productividad.
  • Elevada rotación.
  • Aumento del absentismo.
  • Aumento de las posibilidades de accidentes laborales.
  • Aumento de las quejas de usuarios y clientes.
  • Aumento de problemas legales ante las demandas presentadas por trabajadores que sufren estrés.
  • Deterioro de la imagen institucional.

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