TECNOESTRÉS: EL ESTRÉS QUE CAUSA LA TECNOLOGÍA: MEDIDAS PARA PREVENIRLO

Las nuevas tecnologías están transformando el panorama laboral, esto comporta profundos cambios en la manera trabajar. La aplicación de estas tecnologías aporta multitud de ventajas, pero también debemos conocer los posibles riesgos para el bienestar físico y/o psicológico de quienes las utilizan. A continuación analizaremos hasta qué punto un uso inadecuado de las TIC en el entorno laboral puede derivar en riesgos psicosociales, más concretamente denominado tecnoestrés, y cómo podemos evitarlo.

 

El tecnoestrés también conocido como Síndrome de Fatiga Informativa es una forma específica de estrés laboral relacionada con el uso de las TIC. Este concepto engloba una serie de respuestas que influyen negativamente en la incapacidad para utilizar de modo eficiente y saludable las TIC.

Es uno de los males más comunes en nuestra época. El tecnoestrés aparece cuando el uso de la Tecnología formula unas exigencias que el trabajador es incapaz de asumir, bien por falta de recursos, de formación o de competencias personales.

TIPOS DE TECNOESTRÉS

El tecnoestrés puede manifestarse de diversas formas la persona puede sufrir una dependencia excesiva o al contrario inadaptación y rechazo de la tecnología. Estas distintas formas de manifestarse nos conduce a distinguir tres tipos de tecnoestrés:

  • La tecnoansiedad. La persona se siente incapaz de afrontar las exigencias derivadas del uso de las TIC en el trabajo. Esto se manifiesta en actitudes de rechazo a la tecnología, tensión, malestar o miedo.
  • La tecnofatiga. El uso continuado de las TIC puede producir fatiga y cansancio mental. Se produce síndrome de fatiga informativa, debido a la sobrecarga de estímulos y contenidos que nos llegan a través de internet.
  • La tecnoadicción.  Se trata de una dependencia o uso abusivo e incontrolable de la tecnología en todo momento, en cualquier lugar y durante largos periodos de tiempo.

PRINCIPALES PROBLEMAS QUE PRESENTA EL TECNOESTRÉS

El tecnoestrés continuado puede dar lugar a problemas parecidos a otras formas de estrés laboral:

  • Alteraciones de la salud física: Efectos que provoca estar muchas horas sentados frente a un ordenador: Dolores de espalda, brazos, ojos y cabeza.
  • Alteraciones psicológicas: Trastornos de sueño, nerviosismo  y ansiedad, falta de concentración: Se realizan múltiples tareas de forma simultánea y no pueden concentrarse en una sola.
  • Asimismo, del tecnoestrés se derivan también perjuicios para el conjunto de la organización, en forma de bajas laborales, absentismo o reducción del rendimiento laboral.

OS INDICAMOS ALGUNAS MEDIDAS PREVENTIVAS PARA EVITAR SER VÍCTIMA DEL TECNOESTRÉS:

Para no sufrir ninguno de estos efectos, la empresa debe evaluar el nivel de riesgo al que están expuestos sus trabajadores y planificar e implantar medidas preventivas. Para empezar podemos cambiar algunos hábitos, por ejemplo:

  • Utilizar solo la tecnología para lo estrictamente necesario, sea en el trabajo o en la vida personal.
  • Fomentar actividades que no requieran obligatoriamente de alguna tecnología.
  • Priorizar la comunicación interpersonal y el trabajo en equipo.
  • Desarrollar una estrategia adecuada para la implantación de las TIC en la empresa. Se trata de poner la tecnología al servicio de las personas, y no a la inversa.
  • Dotar a los trabajadores de los recursos necesarios para que puedan utilizar los recursos tecnológicos de forma eficaz y segura. Una formación e información oportunas son determinantes para que los trabajadores refuercen sus habilidades y competencias en el uso de las TIC.

La aplicación de estas medidas preventivas, o de otras que la organización considere convenientes, posibilitara la disminución de los riesgos psicosociales asociados a las TIC. Los efectos de estas nuevas tecnologías dependen en gran medida del uso que se haga de ellas, por lo que el mejor método de prevención es la sensatez y la mesura.

Podemos concluir añadiendo que las empresas no deben olvidarse de evaluar y prevenir los riesgos psicosociales asociados a las TIC. No sólo para cumplir con el deber legal de proteger la salud y el bienestar de sus empleados, sino también como medida estratégica para garantizar la satisfacción del trabajador, la productividad y en resumen el éxito de toda la organización o empresa.